Plantas viajeras: la maravillosa aventura de las semillas | IIES

Plantas viajeras: la maravillosa aventura de las semillas

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Foto: Leonor Solís

Plantas viajeras: la maravillosa aventura de las semillas

¿Alguna vez has visto como nada un arbusto? ¿Cómovuela un árbol? o ¿Cómo corre una flor? Quizás estés pensando que un árbol no vuela, un arbusto no nada y una flor siempre está en el mismo lugar, porque las plantas no se mueven, se aferran con sus raíces a la tierra, sin que puedan desplazarse libremente como lo hacemos tú y yo. Pero…¿Sabías que las plantas sí se mueven? No sólo crecen en distintas direcciones, extendiendo sus ramas hacia el cielo y sus hojas al sol, sino que también pueden viajar largas distancias y algunas incluso son capaces de cruzar el mar. ¿Y cómo lo hacen? Un gran número de las plantas que observamos en los bosques, en los jardines de la ciudad o incluso en nuestras casasson capaces de producir semillas, que pueden viajary permitir que las plantas se dispersen.

Las plantas necesitan viajar (dispersarse) por muchas razones, por ejemplo, para encontrar sitios dónde les sea posible germinar y crecer. Las semillas, por lo tanto, son vehículos que transportan una planta de un lado a otro, así como los seres humanos se transportan en bicicletas, autos, camiones, aviones, barcos y naves espaciales. Las semillas son exploradorasaudaces,se lanzan a lugares desconocidos confiadas en que encontrarán un lugar perfecto dónde germinar, lejos de los peligros que acechan asus padres. Por eso se arrojan a la aventura. Alejadas de los demás árboles y semillas, no tienen que competir con sus parientes por el agua, el sol y los nutrientes que necesitan. Al mismo tiempo, no atraen mucho la atención de animales que las buscan para darse un banquete cuando caen bajo los árboles.

Ciertamente no es lo mismo ver un árbol volar, a ver una semilla hacerlo, y en ese sentido tienes toda la razón, los árboles adultos no vuelan, pero cuando ellos son muy pequeños y están encerrados dentro de la semilla ¡sí! Recuerda que todas las semillas llevan dentro un conjunto de células que crecerán para convertirse en un pino, una ceiba, en un ahuehuete gigante o en una pequeña flor. Dependiendo del tipo de planta y de la etapa de germinación, podrás ver a simple vista la radícula o futura raíz, las hojas (llamados cotiledones al salir de la semilla) y la plúmula que será su tallo. Si remojas un frijol o un haba por un par de días y la abres con mucho cuidado, podrás ver todos estos elementos ¡Inténtalo! Al dispersarse, las semillas llevan el alimento que necesitará la pequeña planta cuando germine, las instrucciones para crecer, además de tener una cáscara protectora que las protege de las inclemencias del tiempo y de los animales. Este saco protector se llama episperma y está compuesto de dos capas: la capa interna o tegmen y la capa externa o testa, que es dura y resistente.

Dependiendo del tipo de planta y del lugar en que habita, será la forma, el color, el tamaño y el mecanismo de dispersión de la semilla.Algunas de ellas sonmuy grandes y pueden llegar a pesar hasta 10 kilos (por ejemplo, un coco) pero también hay otras tan pequeñitas que apenas si se ven, como las que producen las orquídeas. Hay semillas redondas, ovaladas, alargadas, en forma ganchos, con alas y muchas pueden estar encerradas en frutos o éstos pueden abrirse y dejarlas visible al madurar.Es increíble pensar que algunas semillas se pueden dispersar por agua (técnicamente este proceso se denomina hidrocoria), otras por medio del viento (anemocoria), otras por mecanismos explosivosque las lanzan lejos de sus padres (autocoria) y otras dependen de que los animalesse las coman para dispersarse (zoocoria).

Por ejemplo, existen semillas que puedenflotar,como el coco (Cocosnucífera). Las palmas que crecen a la orilla del mar, producen cocos, que al caer a la playa son arrastradas por las olas y las corrientes marinas las llevan a otra playa ¡Quizá auna isla desierta! Y allí germinará y crecerá. Otras semillas que se dispersan por agua son las semillas de plantas acuáticas como los nenúfares y lotos. Existen otras semillas que están en el interior de estructuras rígidas que al secarse o en respuesta a un estímulo, explotan lanzando sus semillas con fuerza (autocoria).

Las semillas voladoras también maravillan, particularmente porque su estructura es delicada y bella. Volar en el viento requiere que sean pequeñas, ligeras y posean una forma que les permita flotar en el aire, como el Diente de León (Taraxacumofficinale), o incluso contar con alas como las semillas de los pinos. Aunque algunasotras semillas que se transportan por el viento no vuelan, sino que ruedan por el suelo cuando hacen ventarrones, como por ejemplo las “rodadoras” (Salsolakali). Probablemente las has visto enlas películas del oeste. Estas son plantas que se secan y cuando el viento sopla, girandesperdigando sus semillas.

Finalmente existen semillas que dependen de los animales para viajar. Algunas semillas se esconden dentro de frutos carnosos (por ejemplo, la manzana o una mandarina) o en frutos que se abren y en las que las semillas tienen una cubierta carnosa (por ejemplo, el achiote).En estos casos las semillas son ingeridas por animales y muchas veces son excretadas lejos de la planta madre (endozoocoria). Otras semillas cuentan con estructuras punzantes o con pelos que les permiten adherirse en el pelo de algunosanimales y aprovechan el aventón hasta que el animalito se sacude (epizoocoria). ¿Alguna vez se te has llenado los calcetines de espinas? Observa bien, es probable que sean semillas.

Una vez que la semilla ha logrado alejarse y encontrar un sitio adecuado,estaabsorberá agua (imbibición) y se hinchará, al mismo tiempo que la testa o cáscara se reblandece y se abre. Luego al embrión crecerá ypor último, la radícula y la plúmula iniciarán también su crecimiento. La suerte jugará también un papel importante en la supervivencia de la plantita… y si no se la come un animal o la atacan hongos, podrá convertirse en una planta adulta que florecerá y que posiblemente producirá semillas que emprenderán su viaje y vivirán su propia aventura.

Atenea Bullen y Guillermo Ibarra-Manríquez

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