Declaratoria de la Segunda Reunión de Maguey Forestal | IIES

Declaratoria de la Segunda Reunión de Maguey Forestal

Declaratoria de la Segunda Reunión de Manejadores de Maguey Forestal

Los integrantes del laboratorio Manejo y Evolución de Recursos Genéticos del IIES hemos colaborado en el Comité Organizador de la Red que hace pública la siguiente declaratoria.

Declaratoria de la Segunda Reunión Nacional de Manejadores de Maguey Forestal

En el Centro Cruces de la Delegación Tlalpan de la Ciudad de México, productores individuales y colectivos organizados alrededor del aprovechamiento de productos derivados de los magueyes, así como organizaciones sociales y civiles y grupos universitarios de investigación, nos reunimos los días 15 y 16 de agosto del 2016 para consolidar la Red de Manejadores de Maguey Forestal. Nos une y motiva el interés por intercambiar experiencias tecnológicas, ambientales, de organización productiva, aspectos legales y de gestión de mercados que hemos vivido y que aspiran a facilitarnos a nosotros y a otros compañeros mexicanos que viven situaciones similares la resolución de problemas recurrentes que en todos estos ámbitos vivimos en común.

Somos todos ciudadanos de siete estados de la República Mexicana, representantes de decenas de municipios, de cientos de comunidades campesinas y de miles de familias de manejadores de maguey forestal, principalmente productoras de mezcal. Somos también, investigadores, profesores y estudiantes de nueve institutos de investigación de diferentes universidades del país, coordinados por un esfuerzo excepcional del Grupo de Estudios Ambientales A.C., una organización pionera en temas ambientales del país, acreedora a reconocimientos mundiales por su esfuerzo en la conservación de bosques, recursos genéticos, suelos y organización social. Nos convoca la preocupación por mantener los distintos sistemas de manejo de maguey forestal y mejorar las condiciones de comercialización y aumentar el beneficio social de los que llevamos a cabo la producción de productos derivados de maguey.

Nuestra reunión, nuestra red, es un espacio propicio para intercambiar las experiencias de manejo que se han desarrollado en múltiples comunidades de México, así como para contribuir a resolver problemas prácticos asociados al manejo del maguey forestal, pero también a la producción de mezcal, raicilla y otros productos. Así mismo nos enfocamos en el cuidado y preservación de los suelos, flora y fauna de estos ecosistemas donde se encuentran los principales insumos de estos productos como el agua y la leña. Aspiramos a recopilar las experiencias de manejo, particularmente inventariar las buenas prácticas de manejo para las diferentes especies y regiones del país. Un objetivo primordial será promover y facilitar el intercambio de experiencias técnicas entre manejadores y productores, así como elaborar catálogos para compartir estas prácticas de manejo. De la misma manera, la Red busca fortalecer la interacción e intercambio de prácticas de producción y comercialización. Nuestras comunidades han experimentado la producción de plantas de magueyes en viveros, uno de los retos que implica establecerlos en áreas forestales, agroforestales y plantaciones. Cada especie, cada suelo ofrece retos particulares y las experiencias técnicas que hemos logrado desarrollar y seguimos construyendo continuamente serán una base importante para enfrentar los desafíos. Lo mismo podemos decir de las plagas, del mantenimiento y crecimiento sano de las plantas, de su cosecha óptima, de las condiciones indispensables para su producción orgánica.

En todos los sistemas de manejo de maguey forestal, sin distinción del tipo de tenencia de la tierra, ya sea ejidal, comunal o privada, existen esfuerzos organizativos que han permitido a nuestras comunidades enfrentar de mejor manera la creciente crisis de escasez del maguey y los golpes negativos que se producen en términos de mercado. El trabajo cooperativo y las distintas formas de organización colectiva producen mayores beneficios sociales y ambientales que las iniciativas aisladas o desvinculadas. Por esta razón consideramos que compartir las experiencias exitosas en organización social es igualmente importante que los intercambios de tecnologías agroecológicas que le dan sustentabilidad a nuestros sistemas de manejo.

Somos productores organizados, de diferentes pueblos originarios y mestizos. Nuestros modelos de producción han obedecido a los ritmos que nuestra tierra permite, previniendo su posible deterioro. No nos mueve la producción agroindustrial a gran escala, sino mantener procesos de producción sustentable. Nos interesa que los magueyes se propaguen en las áreas adecuadas y respetando los ecosistemas en los que crecen, que el agua y la leña disponible nos marque la cantidad de lo que es posible producir para mantener el proceso sustentable a largo plazo. Nos interesa adecuar las normas de protección de propiedad intelectual de acuerdo a estos principios. No hay un solo mezcal, mezcal es la materia prima rica en azúcares que se obtiene de hornear los magueyes. Cada especie, cada variedad, cada suelo, cada proceso productivo, la mano de cada productor otorga características diversas en las bebidas destiladas que genéricamente se denominan mezcales, pero que integran una rica diversidad de productos artesanales ancestrales y tradicionales. Nos interesa establecer los marcos regulatorios que reconozcan estos principios, que son los que valoran estas formas de ser, de hacer, así como los atributos particulares de nuestros productos.

Reconocemos que los distintos sistemas de manejo de maguey forestal existen en comunidades indígenas, mestizas y campesinas, pero también que son resultado de estrategias de restauración ecológica emprendidas por pequeños propietarios orientados a la reproducción de la agricultura familiar y la economía campesina; entendemos las prácticas de manejo del maguey forestal como una estrategia clave para la conservación del patrimonio biocultural, y por lo tanto, el maguey resulta para nosotros un eje de la conservación de los ecosistemas, pero también de culturas y tradiciones de origen ancestral que nos dan identidad. De esta manera, demandamos al Estado mexicano en sus tres niveles de gobierno (municipal, estatal y federal) el reconocimiento de nuestros sistemas de manejo de maguey forestal, principalmente por los servicios ecosistémicos que proveen estos sistemas agroforestales, y al mismo tiempo, demandamos el diseño de políticas públicas que garanticen su conservación, sin mecanismos de exclusión. En segundo lugar, apelamos a los consumidores, distribuidores intermediarios y productores a reconocer que las buenas prácticas de manejo deben tener una equivalencia directa con buenas prácticas de comercialización que se traduzcan en la creación de mecanismos de comercio justo y solidario.

Proponemos el reconocimiento de las regiones mezcaleras en el país y sus diferencias en cuanto a manejo y producción para el diseño de denominaciones específicas que protejan y promuevan nuestra riqueza biocultural. Consideramos fundamental acuñar normatividades de acuerdo a esas regiones. Planteamos que la instancia hacendaria determine los impuestos que gravan las bebidas destiladas de agave en función a las características y volúmenes de su producción. Proponemos también la creación de órganos reguladores y certificadores regionales que den certeza al consumidor y que esto se traduzca en costos accesibles para el productor y una oportunidad para destacar la riqueza biocultural expresada en el cultivo de maguey y en la elaboración de mezcal.

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